En estos tiempos difíciles, cuando aparecen problemas que parecían superados, y cuando las fuerzas sociales del país ensayan propuestas diferentes para enfrentarlos, allí es cuando los educadores insistimos con la opción de la educación como verdadero camino alternativo.
En las crisis hay que apostar a la mirada lejana. Allí es donde están las salidas.
Y la educación en todos sus niveles es el auténtico salo hacia adelante. Profundizandola se forman los ciudadanos conscientes, los trabajadores de alto rendimiento, los técnicos dedicados y calificados, los investigadores innovadores. Su impulso o deterioro, marcaron en la historia de nuestra Nación las etapas de progreso o de estancamiento. Eso se puede visualizar fácilmente cruzando los datos de la macroeconomía con la cantidad de estudiantes en todos los niveles.
Sin embargo, el mundo globalizado de la actualidad requiere mayores inversiones en la calidad de la educación que se brinda en cada país. Hoy no alcanza sólo con el abecedario y los primeros números. Es imprescindible aumentar día a día la calidad y la intensidad promedio de los servicios educativos.
Por eso los invito a recorrer este camino de involucrarnos, como organizadores y guiadores, en el apoyo a la educación.
Acepto el desafío, que es la única forma posible de superarnos.
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